La Selección Española de Refugiados juega la final por la integración en Bilbao

Como parte de las actividades organizadas en torno a la Final de la UEFA Europa League, que se disputa esta tarde en Bilbao, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, celebró ayer un partido que pone de relieve el poder del fútbol como herramienta para la integración y el bienestar de las personas refugiadas.

El partido enfrentó a diez voluntarios locales con catorce de los integrantes de la Selección Española de Refugiados, un equipo impulsado por la Real Federación Española de Fútbol junto con ACNUR, y formado por jóvenes refugiados y solicitantes de asilo de Afganistán, Mali, Ucrania, Gambia, Marruecos, Senegal, Guinea Conakry, Perú y Nigeria.

Esta actividad, fruto de la alianza que mantienen ACNUR y UEFA desde 2021 para favorecer la inclusión de las personas refugiadas a través del deporte, estuvo apadrinada por el embajador de la final de la UEFA Europa League, el exfutbolista del Athletic de Bilbao y la Selección Española Aritz Aduriz, que destacó la labor social que hace el fútbol para integrar a las personas refugiadas y darles la oportunidad de volver a empezar.

En la misma línea, el capitán de la Selección, el refugiado afgano Ebrahim Pishtaz, explicó la importancia que tiene esta actividad en su vida en España. “Yo no tengo aquí a nadie, y ahora este equipo es mi familia”. Una opinión que comparten sus compañeros, como Standly Idowu, que juega como portero. Además, es también una forma de reforzar su sentido de pertenencia y su autoestima. “El fútbol es algo que le gusta a todo el mundo. Cuando estás en el campo y te animan, es algo que te hace sentir muy bien”, explica este joven nigeriano de 20 años.

La Selección Española de Refugiados es un equipo creado en 2023 por la RFEF para participar en la Unity Euro Cup, el torneo de fútbol organizado por ACNUR y UEFA, en el compiten selecciones europeas integradas por personas refugiadas y locales para promover la visibilidad y la inclusión de las personas forzadas a huir. Actualmente cuenta con alrededor de una veintena de integrantes, que entrenan cada domingo en instalaciones deportivas del barrio madrileño de Carabanchel, con los entrenadores Jesús Paredes y Rodrigo Paredes como responsables del área deportiva. Una iniciativa que contó con el respaldo del presidente de la RFEF, Rafael Louzán, presente en el partido de Bilbao.

“Tras dos años de recorrido, este proyecto demuestra la capacidad del deporte para integrar, fomentar el espíritu de equipo entre personas de orígenes diversos, crear comunidad y facilitar la motivación y la superación entre quienes a menudo arrastran traumas derivados de haber experimentado conflictos, violencia y desplazamiento forzado”, explica Lurdes Calvo, portavoz de ACNUR.

La continuidad del equipo más allá de los torneos de la Unity Euro Cup, permite que el fútbol no solo sea una experiencia excepcional, sino una parte indispensable de su vida cotidiana, que les motiva y les proporciona una válvula de escape a las dificultades del día a día.

Tras el partido de Bilbao, la Selección Española de Refugiados continuará su preparación para disputar la Unity Euro Cup 2025 en octubre en Países Bajos.