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ACNUR advierte que la crisis humanitaria en Chad alcanza un punto crítico: se triplica el número de refugiados sudaneses

Notas de prensa

ACNUR advierte que la crisis humanitaria en Chad alcanza un punto crítico: se triplica el número de refugiados sudaneses

3 Junio 2025 Disponible también en:
Chad. La llegada masiva de refugiados sudaneses deja a miles en situación desesperada.

Un miembro del equipo de ACNUR revisa la documentación de las personas refugiadas recién llegadas de la región sudanesa de Darfur del Norte, en un centro de tránsito junto al cruce fronterizo de Tine, en Chad. 

GINEBRA - ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, alerta sobre la creciente emergencia humanitaria en el este de Chad, donde el número de personas refugiadas sudanesas se ha triplicado con creces en poco más de dos años desde el inicio del mortífero conflicto.

Desde abril de 2023, más de 844.000 refugiados sudaneses han cruzado a Chad. Antes de esta última crisis, Chad ya albergaba aproximadamente a 409.000 refugiados sudaneses que habían huido de anteriores oleadas de conflicto en Darfur entre 2003 y 2023. En poco más de dos años, la población refugiada en el país ha aumentado a más de 1,2 millones de personas, superando con creces el número recibido durante las dos décadas anteriores y ejerciendo una presión insostenible sobre la capacidad de respuesta de Chad.

Las llegadas más recientes a Chad comenzaron a finales de abril de 2025, tras los violentos ataques por parte de grupos armados en el norte de Darfur a principios de abril. Los asaltos a campamentos de desplazados, como Zamzam o Abu Shouk, y a la ciudad de El Fasher, causaron la muerte de más de 300 civiles y obligaron a decenas de miles de personas a huir en busca de seguridad. En poco más de un mes, 68.556 refugiados han llegado a las provincias de Wadi Fira y Ennedi Este en Chad, con un promedio de 1.400 personas cruzando la frontera diariamente en los últimos días. Estos civiles huyen aterrorizados, muchos en medio del fuego cruzado, atravesando puestos de control armados y haciendo frente a extorsión y estrictas restricciones impuestas por grupos armados.

Los equipos de protección de ACNUR han entrevistado a 6.810 refugiados recién llegados desde finales de abril, que cuentan relatos desgarradores de violencia y pérdida. Un alarmante 72% declaró haber sufrido graves violaciones de derechos humanos, incluyendo violencia física y sexual, detención arbitraria y reclutamiento forzado; y el 60% indicó haber sido separado de miembros de su familia.

En medio de esta emergencia de desplazamiento, también se está desarrollando una devastadora crisis infantil. Entre los niños y niñas en edad escolar, el 66% está actualmente fuera del sistema educativo, y 30 niños y niñas han llegado gravemente heridos.

Entre los afectados se encuentra Hawa, una niña de siete años que huyó a Chad con su hermana mayor después de perder a su madre, padre y dos hermanos en un bombardeo en el campamento de Zamzam. Durante el ataque, Hawa sufrió graves heridas y una de sus piernas tuvo que ser amputada. Su historia es solo una entre muchas que reflejan el devastador impacto físico y psicológico de la guerra en curso sobre la población civil en Sudán. Existe una necesidad urgente de ampliar la provisión de atención médica y apoyo en salud mental para abordar el sufrimiento inmediato y sentar las bases para la recuperación y la reconciliación.

A pesar de los esfuerzos de los socios humanitarios y las autoridades locales, la respuesta de emergencia sigue sin financiación. Las condiciones de refugio son igualmente precarias y apenas se está satisfaciendo el 14% de las necesidades actuales, dejando a decenas de miles de personas expuestas a condiciones climáticas extremas e inseguridad. Los refugiados reciben actualmente solo 5 litros de agua por persona al día, muy por debajo del estándar internacional de entre 15 y 20 litros necesarios para satisfacer para las necesidades básicas diarias. Esta grave escasez obliga a las familias a tomar decisiones imposibles que ponen en riesgo su salud y dignidad. Además, alrededor de 239.000 refugiados permanecen atrapados en la frontera, expuestos a las inclemencias meteorológicas, la inseguridad y el riesgo de sufrir más violencia.

ACNUR también subraya la necesidad urgente de que la comunidad internacional actúe para poner fin a las graves violaciones de derechos humanos que se están sufriendo en Sudán. La violencia en y alrededor de El Fasher, la proliferación de puestos de control y las restricciones de movimiento impuestas por grupos armados están haciendo que el desplazamiento de los civiles sea cada vez más peligroso y contribuyen al aumento de los riesgos para aquellos que aún intentan huir.

En el marco de la Respuesta Regional de Refugiados de Sudán, ACNUR y sus socios en Chad están solicitando urgentemente 553,7 millones de dólares para responder a las necesidades vitales de los refugiados que huyen de Sudán hacia el este de Chad, incluyendo protección, cobijo, alimentos, agua y saneamiento.

Cuatro millones de personas han huido de Sudán hacia países vecinos desde el inicio de la guerra, que ahora alcanza su tercer año, marcando un hito devastador en lo que es la crisis de desplazamiento más dañina del mundo. Si el conflicto continúa, miles de personas más seguirán huyendo, poniendo en riesgo la estabilidad regional y global.

Esta es una crisis de humanidad, de seguridad y de infancia. Las vidas y futuros de millones de civiles inocentes, incluidos niños como Hawa, están en juego. Sin un aumento significativo en la financiación, no se puede proporcionar asistencia vital a la escala y velocidad requeridas.

Para más información sobre este tema, por favor contacte a:

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