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ACNUR: La crisis de financiación aumenta los riesgos de violencia, peligro y muerte para los refugiados

Notas de prensa

ACNUR: La crisis de financiación aumenta los riesgos de violencia, peligro y muerte para los refugiados

2 Mayo 2025 Disponible también en:
Un grupo de mujeres y niños viajando en parte trasera de una carreta.

Refugiados sudaneses que huyen de la violencia en Darfur llegan al puesto de frontera de Adre, en Chad.

GINEBRA – Los profundos recortes de financiación están eliminando el apoyo crítico para las personas refugiadas más vulnerables en el mundo, quienes ahora se enfrentan a mayores riesgos de sufrir abusos y pobreza, verse obligados a regresar a sus hogares aún en situación de peligro o a la posibilidad de tener que emprender nuevos viajes peligrosos, advirtió hoy ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.

Dos tercios de los refugiados encuentran seguridad en países vecinos, la mayoría de los cuales cuentan con pocos recursos. La reducción de la financiación está afectando especialmente a estos refugiados y a sus comunidades de acogida, que ya se encuentran en una situación límite. ACNUR ya está viendo este impacto, dado que se están reduciendo o cortando los esfuerzos para estabilizar y apoyar a las poblaciones en países de acogida frágiles. La perspectiva de soluciones a largo plazo también es cada vez más reducida, lo que complica la gestión fronteriza, aumentando los riesgos de trata de seres humanos y abusos, y fomentando movimientos secundarios, de forma que más personas podrían morir ahogadas en el mar.

La falta crónica de financiación ya era un problema previamente: las respuestas para los refugiados de Sudán, Sudán del Sur, Myanmar y la República Democrática del Congo (RDC) ya tenían importantes dificultades antes de los actuales recortes. En 2024, los programas para prevenir la violencia de género apenas fueron financiados en un 38 por ciento en el marco de los seis Planes Regionales de Respuesta para los Refugiados. Esta situación ha dejado a los refugiados más vulnerables a sufrir daños, explotación y abusos, careciendo de acceso a asistencia legal, atención médica y apoyo económico.

Hay más de 17,4 millones de niños y niñas refugiados en riesgo de sufrir violencia, abusos, explotación, trata o separación de sus familias. Si no se ofrece una respuesta rápida y de calidad en materia de protección infantil, esto tendrá consecuencias a largo plazo para su bienestar y desarrollo. Los niños y niñas también están más expuestos a sufrir abusos, matrimonio infantil y reclutamiento por parte de grupos armados.

Algunos ejemplos:

  • En Sudán del Sur, el 75 por ciento de los espacios de ACNUR para mujeres y niñas ya no ofrecen servicios, dejando a hasta 80.000 víctimas de violación o violencia sin atención médica, asistencia legal ni apoyo económico.
  • En el Este y Cuerno de África y la región de los Grandes Lagos, un millón de niños y niñas vulnerables – algunos no acompañados – se enfrentan un mayor riesgo de sufrir abuso y explotación.
  • 200.000 mujeres, niñas y niños vulnerables se han quedado sin asistencia en Jordania, ya que se han cerrado 63 programas humanitarios que brindan apoyo especializado.
  • Se han cortado los programas para prevenir la violencia contra las mujeres en Burkina Faso, República Centroafricana, Chad, Camerún, Mali y Nigeria, lo que afecta a las supervivientes de violencia y violación.
  • En Angola, Mozambique y Zambia, los programas para supervivientes de violencia de género se han reducido o detenido, dejando a mujeres y niños vulnerables sin apoyo psicosocial, asistencia legal o espacios seguros. Los recortes en los servicios en Malawi han limitado la capacidad para identificar y ayudar a los menores no acompañados.
  • En Mali, se ha suspendido el registro biométrico para 19.800 solicitantes de asilo, negándoles de este modo el reconocimiento legal y el acceso a trabajo o servicios públicos.

La reducción de la inversión en programas comunitarios y en socios locales afectará las redes locales de ACNUR, impactando nuestra capacidad para desempeñar labores de protección, particularmente en emergencias. En Bangladesh, los programas centrados en el liderazgo y la seguridad de las mujeres se han suspendido parcialmente; 10 centros comunitarios dirigidos por mujeres han detenido sus actividades, con un impacto en 109.000 refugiados y 32.000 nacionales.

El apoyo de ACNUR para el registro de nacimientos en áreas remotas que acogen a refugiados en la República Democrática del Congo se ha reducido drásticamente, dejando a más del 85 por ciento de los 14.000 niños refugiados centroafricanos y sudaneses menores de cuatro años en riesgo de apatridia. En el sur de África, la capacidad de ACNUR para mantener el acceso al asilo, garantizar la documentación y brindar protección se está viendo comprometida.

En el Este y Cuerno de África y la región de los Grandes Lagos, 850.000 personas desplazadas ya no recibirán asistencia legal crucial. En Colombia, la documentación de más de 500.000 venezolanos está en riesgo. Sin identificación, estas personas se enfrentan a desafíos para establecerse, acceder a atención médica, educación y empleo, aumentando su vulnerabilidad.

Asimismo, algunos refugiados pueden verse obligados a regresar a sus hogares en condiciones peligrosas, mientras que a otros que están listos para retornar voluntariamente se les puede negar la oportunidad. Por ejemplo, 12.000 refugiados centroafricanos en Chad y Camerún que desean retornar a sus hogares se han quedado sin apoyo para poder hacerlo. En Siria, más de medio millón de refugiados han retornado a pesar de la actual inestabilidad, pero la posibilidad de que su reintegración sea sostenible depende de una mejor financiación. También se ha visto afectado por los recortes el apoyo para que 20.000 sirios puedan retornar cada mes desde Turquía.

Durante 75 años, ACNUR ha sido un actor vital en la protección de las personas refugiadas y en la búsqueda de soluciones, fomentando la estabilidad y la esperanza. La experiencia y conocimiento técnico de ACNUR han ayudado a superar desafíos políticos, de seguridad y socioeconómicos complejos, ayudando a salvar las vidas de millones de refugiados y proteger sus derechos. La protección de los derechos ayuda a reducir el desplazamiento forzado, abordar sus causas raíz y encontrar soluciones.

Debemos unirnos internacionalmente y reconocer nuestra responsabilidad compartida de apoyar a las personas en necesidad y asegurar que nadie quede atrás. Tu apoyo puede marcar la diferencia. Puede salvar vidas, devolver la dignidad y ofrecer esperanza a aquellos que lo han perdido todo. Unámonos en nuestro compromiso de proteger y asistir a los refugiados. Juntos, podemos asegurar que ACNUR continúe su trabajo vital y que cada refugiado reciba el cuidado y apoyo que merece. Millones de vidas dependen de ello.

Para más información sobre este tema, de favor contactar:

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